El festival Primavera Sound de Barcelona junto a la Fundación de Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas y el Hospital Universitario German Trias I Pujol realizaron un concierto el 12 de diciembre para casi 500 personas sin distanciamiento social con la intención de ver si las pruebas para detectar el COVID-19 previas al evento pueden permitir el regreso de los conciertos como los conocíamos.
El estudio se hizo en el teatro de la Sala Apolo de Barcelona que tiene capacidad para mil 600 personas donde 463 asistieron al concierto mientras que 496 estuvieron en un grupo de control sin acceso a la Sala Apolo.
El mismo día del evento ambos grupos se hicieron una prueba de antígeno COVID-19 y luego de ocho días regresaron para una prueba de seguimiento donde los resultados mostraron que el grupo que estuvo en el concierto sin distanciamiento social no hubo casos positivos mientras que en el grupo de control hubo dos casos positivos.
Esta es una noticia impresionante ya que los resultados de la investigación evidencia que las medidas de seguridad como el uso de mascarilla y la prueba de antígenos antes del concierto serían suficientes para que los conciertos regresen con asistentes limitados sin distanciamiento social.